top of page

Flujo anormal y picor vaginal

La vagina es un ecosistema complejo y dinámico, sensible a cambios que vienen de fuera y de dentro de tu cuerpo, como la agresión de muchas bacterias y distintos niveles de pH y de humedad.


El flujo o moco vaginal es una secreción normal de la vagina que ayuda a mantenerla en buen estado y defenderla de las infecciones. Su aspecto, textura y cantidad cambia a lo largo del ciclo menstrual: al terminar la regla es más escaso, hacia la mitad del ciclo aumenta y es más pegajoso, y conforme se acerca la siguiente regla, es más oscuro y seco. Sin embargo, si notas que el color, olor, o volumen del flujo es distinto de lo habitual, podrías tener una infección o inflamación de la vagina y deberías consultar al médico, especialmente si también tienes escozor o quemazón vaginal.


  • Las infecciones vaginales más habituales suelen ser por bacterias (vaginosis bacteriana), hongos (candidiasis) o tricomonas. Algunas se transmiten por vía sexual, y otras pueden ocurrir sin contagio sexual, como la vaginosis bacteriana o la infección por hongos.

  • La vaginitis no infecciosa, en la que el flujo es escaso y predomina el picor, puede ser debida a:

    • Atrofia (envejecimiento) de los tejidos de la vagina, que ocurre en mujeres después de la menopausia, debido a la disminución de las hormonas, que hacen que el tejido vaginal sea más fino y sensible.

    • Alergias a algunos productos, por ejemplo, al látex de los preservativos.

    • Irritación provocada por sustancias y componentes de productos, incluso de higiene, de uso común.


¿Qué puedes hacer?


  • Si sospechas una vaginitis infecciosa, acude a tu médico.

  • Si tiene molestias por una vaginitis atrófica (seca), usa pomadas lubricantes vaginales.

  • Si el picor es intenso, procura no rascarte para no provocar lesiones.

  • Elige jabones de pH neutro o jabones especiales de higiene íntima.

  • Evita la ropa mojada o ceñida durante largo tiempo.

  • Utiliza ropa interior de algodón y evita la de fibra sintética.

  • No uses perfumes ni cremas espermicidas irritantes.

  • Cambia con frecuencia el salvaslip.

  • A la hora de limpiarte cuando vayas al baño, procura hacerlo desde la vagina hacia el ano y no al revés para evitar arrastrar suciedad.


Y recuerda, tu farmacéutic@ puede aconsejarte sobre los productos más adecuados para ti.


 

 
 
 

Comentarios


bottom of page