La rinitis es un problema que afecta a una parte importante de la población. Se caracteriza por presentar episodios de estornudos en salva (continuados), secreción nasal acuosa, obstrucción o congestión nasal y puede acompañarse de picor nasal, alteraciones del olfato, cefaleas y sintomatología ocular. Es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes, aunque puede aparecer en cualquier edad.
No se considera un problema grave, pero puede dificultar la capacidad de concentración, el sueño, las relaciones sociales y la actividad laboral y/o escolar, afectando de esta forma la calidad de vida.
La rinitis puede ser de tipo alérgico (por ácaros, polen, etc.), no alérgico (por olores, contaminación, etc.) o por otras causas (enfermedades, menopausia, menstruación, medicamentos, etc.).
Recomendaciones para evitar la rinitis
Evita el contacto con lo que te provoca la rinitis (si lo sabes).
Evita el contacto con sprays, perfumes, olores fuertes, etc.
Realiza una alimentación sana y equilibrada con bastantes líquidos para prevenir la sequedad de las mucosas.
Evita el alcohol y el tabaco.
Haz frecuentes lavados nasales con suero fisiológico para eliminar la mucosidad.
Evita los ambientes muy cargados, cerrados, mal ventilados y/o con humo.
Evita los cambios bruscos de temperatura.
Mantén el ambiente húmedo (excepto si eres alérgico a los hongos).
No te automediques ni uses descongestivos nasales durante mucho tiempo.
Recuerda que puedes pedir consejo a tu farmacéutico/a que te asesorará sobre las medidas a tomar.
Fuente: Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria. Consejos para prevenir y tratar la rinitis.